The Darkness (29/08/08)

Bueno, bueno, bueno. Este sí que me resultó una sorpresa de juego. Me venía recomendado y no le hice mucho caso, teníendolo aparcado durante bastantes meses. Confieso que no conozco el cómic en el que se basa ni nada por el estilo, así que llegué con lo puesto, me encantó la historia y los personajes y me hice enseguida con el control de la oscuridad en persona. No le había dado la oportunidad que merece. Lo jugué desde el principio en su máximo nivel de dificultad, porque no se puede esperar menos de un pR0, y mi sintonía con ella fue máxima desde la primera hasta la última fase. Ahí quedan las aventuras de Estacado para el recuerdo.

Viking: Battle for Asgard (22/08/08)

De vez en cuando vale la pena tomarse un respiro con estos títulos tan desenfadados y hasta diría descafeinados, especialmente si vienes de algo más denso. No era el caso, pero me encontré con esta mezcla de hack and slash mezclado con los gráficos de World of Warcraft - o de Fable xD - e inspirado en la mitología de Odín que es bastante entretenido, especialmente en las batallas masivas. No es el juego de tu vida, pero oye, no me atrevía a enfrentarme todavía con Ninja Gaiden y necesitaba acumular momentum.

Two Worlds (15/08/08)

El mes de los juegos terminados. Empecé con este pseudo-Oblivion menor en todos los aspectos. Pero oye, esto de subir niveles a mí me encanta. La verdad es que a pesar de que los enemigos suben de nivel con el personaje para evitar aquello del power-levelling, no fue suficiente para parar a mi trancudo con dos armas que, cuando descubrí el poder de la furia, pegaba 17000 de daño en un golpe normal, 33000 de crítico. El jefe final me duró dos combos. Psché. Y después, me limpió las botas.