Eternal Sonata (17/03/08)

Tenía ganas de RPG pero tenía todavía más de Chopin, uno de mis compositores favoritos. Eternal Sonata agrupaba las dos cosas en un producto único en el mercado, tal vez sin llegar a las expectativas que había generado pero que sí cumple con su obligación: entretiene, la trama es simplona pero resulta y la forma de juego - sin ser revolucionaria - sí propone alguna bocanada de aire fresco al género. Este apartado lo dejo incompleto, porque pienso rejugarlo en un futuro y desbloquear todo lo que queda, inclusive todas las partituras. Por lo pronto, entré en el Unísono y rescaté a quien tenía que rescatar para conseguir el mejor final.